Sobre mí.
Me llamo Jola Slaska y soy artesana tejedora. Tejo a mano todos y cada uno de los productos de mi página.
No recuerdo muy bien cuándo despertó la pasión. Quizás la causa fueran unos viajes a Perú hace más de 15 años. Mujeres de trajes coloridos, sentadas en el suelo, tejiendo en telares atados a la cintura. Desde hace 3000 años tejen de esta manera y han alcanzado una maestría sin parangón. Trabajan con la mejor lana del mundo. La lana de la alpaca, cuyo rango cromático tiene más de 20 tonalidades. Mirar a las mujeres tejiendo, concentradas en su labor con una paciencia impresionante, me llenaba de paz.
Investigando en libros antiguos sobre el telar, ahondaba en el pasado; volvía atrás en el tiempo, a una época de tejidos hechos a mano, donde pureza y maestría se unen para crear un objeto de uso cotidiano que a su vez es muchas veces considerado como arte.
Como se hacía antes, todos nuestros productos son fabricados a mano en telares tradicionales. Esto hace que cada pieza sea única e irrepetible, como el material del que están hechas.
El proceso de creación de nuestras piezas empieza por escoger las lanas e hilos. Es necesaria una inmersión en el producto en su estado inicial para encontrar la pieza que se tejerá después. El material nos habla y sugiere el producto final en el que se convertirá. A partir de aquí la inspiración y el trabajo paciente hacen el resto.
No utilizamos tintes industriales. Tanto las lanas como las sedas son de proveedores certificados y de contrastada calidad.
Nuestra principal fibra es la alpaca que, junta a la cachemira y la seda, es considerada una de las fibras más apreciadas y finas del mundo, tanto por sus atributos físicos como su capacidad térmica, su suavidad y su resistencia. Es inigualable por su rica variedad de colores naturales. De color blanco cremoso a negro brillante, con muchos grises y pardos hay al menos 22 tonos naturales diferentes.
Otra de nuestras fibras preferidas es la lana merina, obtenida de ovejas autóctonas y criadas de manera sostenible cuyo pelo es mucho más fino que el de una oveja normal.